Proyecto(s): Centro Cultural Polifuncional

María Andrea Izquierdo Rodríguez nació en Bogotá en 1998, en una ciudad que con su ritmo vibrante y su riqueza cultural despertó desde muy temprano su sensibilidad por el arte y la arquitectura.

Su formación escolar comenzó en el Colegio Andino Deutsche Schule, donde tuvo un primer acercamiento a la disciplina, la diversidad cultural y el aprendizaje bilingüe. Posteriormente, culminó el bachillerato en el Colegio Clara Casas Morales, etapa en la que fortaleció su interés por la creatividad, la exploración de nuevas ideas y el trabajo en equipo.

Estos primeros años marcaron la base de una visión curiosa y abierta, que con el tiempo se consolidaría en su vocación profesional. El gusto por el diseño y la creación la llevó a iniciar sus estudios en la Pontificia Universidad Javeriana, donde decidió unir dos disciplinas complementarias: la arquitectura y el diseño industrial.

Durante su formación universitaria se distinguió por su compromiso y excelencia académica, lo que le valió la Orden al Mérito Académico Javeriana y la Mención de Honor al Trabajo de Grado en Arquitectura.

En su primera tesis desarrolló el proyecto Centro Cultural Polifuncional San Felipe Arte en Movimiento, un equipamiento metropolitano que buscaba articular cultura, arte y comunidad en uno de los distritos creativos más relevantes de Bogotá. Este proyecto le permitió comprender cómo la arquitectura puede convertirse en un motor de cohesión social y revitalización urbana. Sin embargo, su curiosidad por el diseño la impulsó a continuar con la misma línea de investigación desde otra perspectiva: la del objeto. Así nació su segunda tesis en diseño industrial, MOD-BI by ART MO, un sistema de mobiliario urbano modular y flexible que busca fomentar la interacción en el Recorrido de Arte del Centro Cultural San Felipe. Este proyecto representa la síntesis de su pensamiento creativo: el mobiliario no como piezas aisladas, sino como agentes de transformación que invitan a las personas a detenerse, conversar y vivir el espacio público de manera más consciente y participativa.

Más allá de lo académico, María Andrea se define como una persona soñadora, apasionada y perseverante. Sus hobbies incluyen la fotografía, la ilustración, la música y la escritura, expresiones que complementan y enriquecen su mirada sobre el diseño.

La fotografía, en particular, le ha permitido capturar detalles de la vida cotidiana y traducirlos en inspiración para sus proyectos, mientras que la ilustración le ha abierto caminos en el mundo editorial y creativo. Los viajes han sido otra fuente fundamental de aprendizaje en su vida. Ha tenido la oportunidad de recorrer diferentes países, experiencias que le han permitido descubrir nuevas culturas, arquitecturas y formas de habitar los espacios. Estos recorridos han reforzado su interés por la multiculturalidad y la forma en que el arte se expresa de manera distinta en cada lugar, pero con un mismo poder transformador.

Hoy, María Andrea proyecta su futuro con la convicción de que el diseño y la arquitectura son herramientas poderosas para construir ciudades más humanas, inclusivas y creativas.

Su visión integra lo técnico con lo sensible, lo académico con lo vivencial, lo individual con lo colectivo. Cada proyecto que desarrolla, desde el más pequeño objeto hasta la propuesta arquitectónica más ambiciosa, está atravesado por el mismo propósito: generar experiencias significativas que fortalezcan la relación entre las personas, la cultura y la ciudad.