Este trabajo de grado surge en la pandemia del Sars Cov 19 (Covid-19), un acontecimiento que evidenció la fragilidad de nuestras formas de habitar y la relación quebrantada con la naturaleza.

La crisis sanitaria reveló la vulnerabilidad de un modelo basado en el consumo desmedido y la explotación de los recursos, panorama agravado por la crisis climática y la sobrepoblación mundial que supera los 8 mil millones de habitantes. En este contexto de límites naturales y demandas crecientes, la exploración de otros planetas se plantea como una posibilidad necesaria para la supervivencia humana.

Pensadores y científicos como James Lovelock y Michio Kaku han señalado que vivimos un periodo de encrucijada, donde debemos salvar la Tierra y, al mismo tiempo, prepararnos para encontrar nuevos hogares. La terraformación marciana bioinspirada se presenta como un anteproyecto poético y ambicioso, que explora formas de habitabilidad simbiótica y biorremediadora en Marte, a la vez que funciona como metáfora de la urgencia de sanar a nuestro planeta.